15 de abril de 2010

Qué no, qué no. O sí.

No. Ya no entiendo nada. No siento. No escucho. No veo. No río. No lloro.
No...
No necesito tus besos. Ni tus abrazos. Ni tus palabras. Ni tus te quiero. No necesito que me digas que todo saldrá bien. No quiero nada de ti. Ni de él. Ni de ella. Ni de ninguno de vosotros.
No quiero escuchar vuestras lamentaciones. Ni vuestras risas. Ni las tonterías que decís.
No necesito absolutamente nada de ti, ni de ti. Ni de ti. Soy totalmente dependiente.
No os quiero en mi vida. No quiero que sobrepaséis mi barrera. No quiero que forméis parte de mí.

Qué os piréis, ya no os quiero.
Sólo digo verdades, no me reitero.

No hay comentarios: