8 de septiembre de 2010

¿Algún día lo sentirá?

- Oye, ¿tú cómo te das cuenta de que te gusta un chico?
- Esque es bastante difícil de describir.
- No importa, inténtalo. Tengo curiosidad por saberlo.
- Pues... Cuando alguien me gusta de verdad y estoy con él... Las piernas me tiemblan, poquito, pero lo hacen. El vello se me pone de punta, como si un rayo chocara contra mi espina dorsal y me nublara todos los sentidos. Al besarle... lo que siento es indescriptible. El brillo de mis ojos es brutal, se me encienden como faros y parecen preciosos. Con sus caricias me hago grande, me encantan. También me entran ganas de llevármelo, a un sitio único, y hacerle el amor y...
- Vale, vale. Está bien.
- ¿Qué te pasa?
- Nunca he sentido nada parecido, es más, cuando beso a alguien no siento absolutamente nada. Si me lo llevo a un sitio único es, sencillamente, para follar y, en realidad, a los chicos que les hago eso ni me gustan. Quizá mi corazón es de escarcha y nadie será capaz de derretirlo jamás. O peor, a lo mejor es de cemento puro.
- Sí, es de hielo, no de cemento puro como tú dices. Y no, verás como alguien llega un día, sin previo aviso, y con sólo un suave toquecito consigue derretirlo, para siempre.

autocríticaparaunaservidora.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Hacía tiempo que no me pasaba por aquí. Me encanta lo que leo por aquí, espero que lo sepas :)

Un saludo,

anuar bolaños dijo...

Nadie marcha a tu lado
al momento de la bifurcación final.

A pesar de los ruegos
o el hábeas corpus
aquí se queda lo ganado.

Aunque el destino te otorgue
la gracia de la humildad
y el coraje prudente,
o hayas alcanzado el ritmo exacto
o el temple estoico,
todo te abandonará.
Los años transcurridos volverán al cero.
No llevarás la miel ni la sal,
ni el fervor sumergido
en la memoria de tus huesos.
Todo se reducirá a nada.

Sólo irán contigo
tu esencia humanoide
y tus manos vacías.



anuar iván.