16 de abril de 2010

Cosas que sólo entenderá K.

-En el historial de conversaciones del messenger, leí algo que hizo que se me cayera el alma al suelo...
K paró en seco, dejó todo lo que estaba haciendo y se le cortó la respiración. Miró a su madre, que estaba junto su abuela y su tío, con los ojos como platos.
-¿Qué has dicho, mamá?
-Leí una de tus conversaciones. Decías que no querías acabar como yo y que no te querías parecer en nada a mí. No sabes lo que duele eso...
K se levantó del sitio y se puso frente a sus familiares, los únicos que le quedaban en ese momento, enfadada y con lágrimas en los ojos.
-No lo entiendes, ¿verdad? No lo entendéis ninguno de vosotros, nunca entederéis nada. No, no quiero acabar como tú, mamá, no quería sufrir lo mismo que sufriste tú pero, desgraciadamente, ya lo he hecho. Yo tendría que tener a una hermana aquí y ahora mismo está muerta. Mi abuelo también está muerto. -dijo mirando a su abuela- Mi padre es un hijo de puta. Me siento responsable de esta jodida familia, ¿lo sabíais? no quiero ser un puto fracaso más, no quiero ser como todos los de este barrio. Quiero que os sintáis orgullosos de mí. Aunque no lo digáis, sé que tenéis todas vuestras esperanzas puestas en mí, sé que soy yo la única capaz de conseguir lo que quiere. Ni tú, mamá, ni mi abuela, ni mi tío...En vuestras manos no está mi futuro, está en mis manos. Y sí, mamá, si sé lo que duele todo ésto. ¡Lo sé más que nadie, joder!

Claro que lo sabía, claro que sí...

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