7 de mayo de 2010

Entre madre e hija.

En realidad, pensándolo bien, en la familia de Ash no era todo tan perfecto como parecía desde fuera.
Aparte de su obsesión por ser imperfecta estaba su madre. Sí, aquella mujer ejemplar, que había luchando tantísimo para que a su hija no le faltara de nada y había tenido que sacrificar otras tantas cosas.
Marla, la madre que toda cría desearía tener, tenía unos pequeños problemas con el alcohol. ¿Quién lo diría? Ashley se dio cuenta hace muchísimo tiempo, cuando se percató de que las bebidas alcohólicas desaparecían demasiado rápido teniendo en cuenta de que a su padre no le gustaba beber y que en casa sólo eran cuatro, contando a la mujer de la limpieza.
-Mamá, tienes un problema...-Le dijo Ash cuando la vio escondiendo la botella de JB.
-¿Qué dices, cielo? -Respondió su madre nerviosa.
-No soy tonta, mamá, te acabas de beber casi una botella de whiski entera. Te apesta el aliento.
-Que esto quede entre madre e hija, por favor...
Ash no contestó. Se dirigió directamente al lavabo. Allí se convertía en imperfecta otra vez, aunque a espaldas de su familia. ¿Un método de evasión? Quizá.

Aunque había una cosa que sabía perfectamente; tenía una madre que no se merecía y ,hiciese lo que hiciese, vivía por ella.

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