13 de julio de 2010

En el Mundial de Sudáfrica hicimos historia.

Hay cosas que no se pueden explicar y esta es una de ellas.
Por primera vez en cien años los Españoles habíamos pasado de cuartos en un Mundial.
Por primera vez en cien años teníamos la oportunidad de grabar nuestro nombre en la historia.
Por primera vez en cien años disputaríamos una final mundialista contra Holanda.
Por primera vez en cien años un muchacho blanco, bajito y con entradas (el típico español, vamos) sería el encargado de darnos esa copa tan deseada; la de oro.
El tres de Julio conseguimos pasar de la barrera maldita de cuartos para meternos directamente en una semifinal contra Alemania, selección que anteriormente había fusilado a goles a los argentinos con un cuatro a cero.
A primera vista parecía el partido más difícil del campeonato pero no lo fue, los alemanes se cerraron atrás y cantaron mentalmente el "no nos moveran". Puyol, después de que Xavi tirara el corner remató a portería de cabeza y nos metió en la final con ese golazo.
Y porfin llegó el día ONCE DE JULIO, un día que muchos españoles no olvidarán nunca.
Holanda tenía un jugador más; el árbitro.
Miles de faltas sin pitar, nos empezamos a dar cuenta que el partido no acabaría bien. Tres penaltis seguidos ignorados por el árbitro. Fuera de juego a montones. Mal remate de cabeza de Sergio Ramos. Tiro de Xabi Alonso a portería desviado a la derecha. Un casi gol de David Villa parado por Maarten Stekelenburg. Paradones de Casillas contra Arjen Robben y Wesley Sneijder. Patada de Nigel De Jong a Xabi Alonso en el pecho, juego peligroso y antideportivo pero el árbitro tampoco lo quiso ver. Tres cambios en el banquillo Español: David Villa por Fernando Torres, Xabi Alonso por Cesc Fàbregas y Pedrito por Jesús Navas. Parece que el juego avanzaba. Acaba el tiempo de partido, entramos en prórroga. Más ocasiones de gol. Más faltas. Más asistencias. Más pases de Xavi. Cesc Fàbregas recibe el balón, se lo pone a Andrés Iniesta y éste lo remata. GOL. En el minuto 116 Andrés Iniesta marca y recuerda a Dani Jarque. En el minuto 116 el capitán y guardameta Iker Casillas no se cree lo que acaba de ver y rompe a llorar. Fin del partido. Todos lloran. Todos se abrazan. Todos ríen. Todos celebran. La afición lloran con ellos, no se creen lo que acaba de pasar. Después de tantas injusticias, porfin somos campeones del mundo.
El día once de julio de 2010 la Selección Española de fútbol se proclamó por primera vez en su historia ganadora de la Copa Mundial de la FIFA.
Un once que salió al campo con una convinación perfecta (4-2-3-1): Iker Casillas; Sergio Ramos, Gerard Piqué, Carles Puyol, Joan Capdevila; Xabi Alonso, Sergio Busquets; Xavi Hernández, Andrés Iniesta, Pedrito; David Villa. No nos podemos olvidar de los suplentes que también participaron: Fernando Torres, Cesc Fàbregas y Jesús Navas.
Y, sin dudarlo, tenemos que recordar a quienes estaban en el banquillo esa noche: Raúl Albiol, Carlos Marchena, Victor Valdés, Juan Mata, Álvaro Arbeloa, Fernando Llorente, Javier Martínez, David Silva y Pepe Reina.

Gracias, Selección, gracias.
Cuarenta y siete millones de gracias a veintitrés gigantes que han conseguido que un país se una.