6 de noviembre de 2010

El egoísmo les ciega.

Los que la conocen dicen de ella que siempre tiene una bonita sonrisa en la cara y unas palabras amables para aquel que la necesite. Que todas las mañanas se levanta alegre y contenta, que siempre está feliz. Pero muy pocos han buceado debajo de esa sonrisa. Y los pocos que han mirado bien saben que hay más, mucho más. Hay dolor, demasiado últimamente, sufrimiento, añoranza. Hay noches de recaída, de sollozos, de querer meter la cabeza bajo la almohada y no salir de ahí. Hay momentos en los que se tiene que frotar los ojos disimuladamente para que los que están a su alrededor no la vean mal, porque al fin y al cabo ella es la chica de la sonrisa, la que se supone que nunca está mal y siempre está contenta. La que saca una risa al resto con sus cosas sin sentido tempraneras y la que tiene un abrazo siempre preparado.
Pero lo que la gente no ve, es que quizás sea a ella a la que necesita que la hagan reír, la que necesita fuertes abrazos que la recompongan y que la hagan avanzar de una vez, firme, sin mirar nunca más para atrás...

1 comentario:

PeroSinAzucar dijo...

me senti identificada con lo que escribiste ...
uno aveces no demuestra estar mal por el echo de no decir porque lo esta.